Vamos con unos consejos para memorizar mejor una coreografía. Seguro que en tus clases te has encontrado con algunos momentos en los que los problemas de memoria te impiden seguir avanzando. No te preocupes, todo tiene solución.
Al igual que durante las clases entrenas tus músculos y vas aprendiendo y mejorando la técnica en cada estilo de danza y baile, la memoria también necesita sus procesos concretos para que no suponga un problema. Veamos algunas maneras de trabajar con ella correctamente para que puedas aprenderte fácilmente todas las coreografías.
Fragmenta la coreografía
No intentes aprenderte todos los movimientos a la vez. Lo ideal es ir estudiando la coreografía por secciones o pequeños bloques. Estas divisiones las puedes hacer en función de la música, a partir del fraseo de la coreo o en base a los propios movimientos; por ejemplo si hay una parte de suelo la puedes trabajar independiente del resto.
Trabaja a diferentes ritmos
Intentar aprender directamente los movimientos al ritmo real es bastante complicado. Por un lado lo es para la memoria porque no le da tiempo a registrarlos y por otro también lo es para la comprensión de los mismos. Trabaja a ritmo lento para estudiar y entender bien cada movimiento y verás también como será mucho más fácil aprendértelos.
Enlaza las diferentes secciones
Si estás aprendiendo una coreografía dividiéndola en diferentes fragmentos como te contábamos antes pero después no trabajas como enlazar una sección con otra, probablemente te quedarás en blanco. Una vez que hayas estudiado y aprendido una parte de la coreo, debes ensayarla incluyendo el movimiento anterior y el posterior de esa sección. Así empezarás a enlazar todos los fragmentos para ir uniendo la coreografía.
Nombra los movimientos
Es de gran ayuda ir nombrando mentalmente cada movimiento. Quizá ya tienen una nomenclatura establecida si estás aprendiendo una coreografía de danza clásica o contemporánea por ejemplo (tombé-pas des bourrée-pirouette). Si no, los puedes nombrar directamente en referencia a la parte del cuerpo que mueves (pierna derecha delante-círculo hacia atrás brazo izquierdo-mirada hacia la derecha). Y un recurso que funciona muy bien es añadir imágenes a los movimientos, nombrarlos con acciones a las que se asemejan. Por ejemplo: abro una puerta, me asomo, me escondo…
Trabaja la conexión con la música
Aprender los movimientos en relación a la música que los acompaña va a ser más fácil para retenerlos. No se trata sólo de aprenderse las cuentas, si no también de prestar atención a los diferentes instrumentos, acentos musicales, letra de la canción si la hay… Muchas veces intentamos recordar una coreografía en silencio y no somos capaces y en cuanto le damos al play a la música vienen todos los movimientos como por arte de magia.
Date tiempo
La memoria también se entrena y se trabaja como un músculo, así que date tiempo. Utiliza todos estos consejos para memorizar mejor una coreografía y verás como cada vez será más fácil aprenderte todas las coreografías y se convertirá en un proceso automático.