Desde el punto de vista del maestro, las cosas se ven diferentes.
Imagina que estás en clase con tu profesor/a y decide abrirse contigo para contarte cómo es su forma de entender el baile. Qué siente, qué experimenta.
¿Te vienes conmigo de viaje a escuchar esta charla magistral?
El maestro te transmite su sabiduría
Hoy quiero compartir algo que me parece absolutamente fascinante: el increíble cambio de personalidad que experimento cada vez que subo al escenario para bailar.
Confieso que soy una persona bastante tímida y retraída, pero cuando me enfrento al escenario, ocurre algo mágico: me transformo en alguien lleno de carisma y expresión. Y lo mejor de todo es que cada uno también puede conseguirlo si se lo propone.
¿Algunos se han sentido nerviosos o cohibidos cuando ensayamos una coreografía en clase? ¡Yo también!
Es normal sentirse así, especialmente cuando se trata de enfrentarse al escenario. Pero quiero contaros un secreto: el escenario es un lugar mágico y especial donde podemos dejar atrás nuestras inseguridades y convertirnos en el personaje de la coreografía. Es como si nos sumergiéramos en un mundo nuevo lleno de emociones y energía.
Cuando bailo en el escenario, siento que la coreografía se convierte en una historia que debo contar con cada movimiento. Es como si dejara a un lado mis preocupaciones y me conectara con la esencia del baile. Y creedme si os digo que eso es algo que todos vosotros podéis lograr también. Solo necesitáis permitiros ser auténticos y expresaros con libertad.
Otro factor que me ha ayudado mucho en esta transformación es el apoyo de mis compañeros de baile y el público. En el escenario, todos compartimos la misma pasión por el arte y nos apoyamos mutuamente. Esa energía compartida es como una fuerza que me impulsa a superar mis miedos y a brillar con más confianza.
¿Queréis saber cómo podéis conseguir esa maravillosa transformación en el escenario? Os compartiré algunos consejos que me han funcionado a mí:
- Practicad y preparaos bien: La confianza nace de la preparación. Así que practicad la coreografía una y otra vez, hasta que sentiros seguros de cada movimiento. Con la práctica, ganaréis confianza en sus habilidades.
- Sentid la música: La música es la clave para conectarse emocionalmente con el baile. Dejad que la música os inspire y guíe vuestros movimientos. Esa conexión os ayudará a expresaros con mayor autenticidad.
- Visualizad el éxito: Antes de salir al escenario, cerrad los ojos e imaginaos que estáis brillando en cada paso de la coreografía. Visualizar el éxito ayudará a calmar los nervios y a estar más enfocados en el presente.
- Respirad y relajaos: Antes de subiros al escenario, practicad algunas respiraciones profundas y técnicas de relajación. Una mente tranquila y relajada os permitirá desplegar todo vuestro potencial en escena.
- Sed auténticos y vulnerables: No tengáis miedo de mostrar quiénes sois realmente. La autenticidad y la vulnerabilidad son lo que hace que un bailarín se conecte emocionalmente con el público. ¡Eso es lo que os hará deslumbrar!
Chicos y chicas, cada uno de vosotros es único y especial. No os comparéis con los demás, porque cada uno tiene su propio camino de crecimiento en el baile. Lo importante es disfrutar el proceso y encontrar vuestra propia voz en la danza.
El baile es un arte maravilloso que nos permite expresarnos y conectarnos con nosotros mismos y con los demás. Permitíos vivir esa transformación asombrosa y deslumbrante en el escenario. Con práctica, dedicación y pasión, estoy seguro de que cada uno de vosotros brillará como las estrellas que sois.
Así que ¡vamos a seguir bailando y dejando nuestra huella en el mundo con nuestro arte y personalidad única! ¡Todos juntos brillaremos como nunca en el escenario!