El papel del maestro es inspirar y guiar a l@s alumn@s principiantes de danza en su camino hacia el dominio del arte que imparten.
Sin embargo, a veces es posible caer en patrones de comunicación que, sin intención, pueden desalentar o frustrar a los estudiantes en lugar de motivarlos.
En este artículo exploraremos algunas de las frases o comentarios «red flags» que se deben evitar al interactuar con alumn@s principiantes, y cómo reemplazarlos con palabras de aliento y apoyo que fomenten el progreso y confianza de éstos.
Así si eres maestr@ podrás identificarlos rápidamente para corregirlos y si por el contrario estás aprendiendo y eres alumn@, podrás identificar con facilidad aquellas aportaciones de tu maestr@ que no son beneficiosas para ti.
«No te sale bien»
Este tipo de comentario puede desmotivar a un alumno principiante y generar inseguridad en su habilidad, dado que es un comentario para nada constructivo.
En lugar de enfocarnos en lo que sale mal, se deben resaltar los esfuerzos y avances. Se puede decir: «¡Estás mejorando cada día! Sigue practicando y lo lograrás».
«Tienes que ser más rápido»
Presionar a un principiante para que alcance un nivel avanzado rápidamente puede generar estrés y ansiedad.
En lugar de ello, hay que celebrar su progreso, que es independiente al de los demás compañer@s, y alentarle a ir a su propio ritmo: «Estás haciendo grandes avances, continúa a tu ritmo y los resultados vendrán. Ten paciencia».
«Eso es fácil, deberías poder hacerlo»
Los comentarios que implican que algo es «fácil» pueden hacer que el alumno se sienta inadecuado. Siempre es más recomendable mostrar entusiasmo por lo que sí ha captado.
Recuerda que todos los cerebros no procesan igual la información y puede tardar más en entender algo pero luego ir mucho más rápido en otros aspectos. Algo como: «¡Muy bien! Ya dominas eso, ahora trabajemos en llevarlo al siguiente nivel» le ayudará a mantener su motivación intacta.
«No estás al mismo nivel que los demás»
Comparar a un alumn@ con los demás compañeros puede generar competencia y baja autoestima. Busquemos destacar sus fortalezas y áreas de mejora individualmente, y ayudémosle con deberes, ejercicios extra o lo que necesite para adaptarse al ritmo de los demás.
Me encantaría poder decir en esos momentos algo como: «Tienes un estilo único, sigamos trabajando para pulirlo y hacerlo brillar». Es precioso no herir los sentimientos de alguien.
Recuerda lo que dijo Mario Benedetti: «He aprendido que si las cicatrices enseñan, las caricias también.»
«No sirves para esto»
Decirle a un alguien en cualquier ámbito que «no sirve o no tiene talento» puede hacer que sienta que no tiene el potencial necesario o peor aún, que desperdiciemos una estrella a punto de brillar.
Dejar tiempo para que una persona desarrolle el talento en una disciplina determinada es clave para ver los mejores resultados, y la sorpresa puede ser mayúscula.
Te recomiendo leer sobre la técnica Gaga de danza contemporánea creada por Ohad Naharin (hay documental de Netflix). Él tuvo problemas debido a lesiones y adaptó la técnica a su forma de bailar, el resto te lo dejo investigar a ti.
«Debes hacerlo como…»
Este comentario puede inspirar si se enfoca desde la parte técnica o por el contrario transmitir una expectativa rígida y desalentar la expresión individual del alumn@, porque lo limita a copiar el estilo de X persona.
Cuando se utiliza esta frase, se le está diciendo que se compare con sus compañer@s, lo que puede limitar su creatividad y confianza en su propia interpretación artística.
Podemos sustituir esa frase por «Explora tu propia interpretación en cada movimiento, conecta con la música y permite que tu energía única brille a través de tus pasos», o si queremos que busque mejorar su técnica fijándose en otra persona «Aprovecha la técnica de x persona y adáptala a tu interpretación artística».
Conclusión
Las palabras de un maestr@ tienen un impacto poderoso en la confianza y el progreso de los alumn@s, ya sean principiantes o avanzados, sin embargo los principiantes son más susceptibles de caer en esas viejas creencias por no tener un criterio formado y una personalidad propia dentro de la danza.
En cualquier caso, evitando frases desalentadoras y en su lugar, enfocándonos en palabras de aliento, apoyo y paciencia, se puede construir un ambiente de aprendizaje positivo que motive a los estudiantes a seguir avanzando en su camino artístico.
Hay que siempre recordar que cada persona tiene su propio ritmo y estilo de aprendizaje, y es el deber del maestr@ ayudarlos a crecer y florecer en su viaje.