La danza contemporánea es un estilo versátil y expresivo, ¿qué música podemos utilizar? Veamos cuáles son los estilos más empleados y la relación que existe entre música y danza contemporánea.
En un artículo anterior hablábamos de las características de la danza contemporánea y señalábamos, entre otras; su musicalidad. El propio lenguaje coreográfico crea frases rítmicas buscando expresión y potencia visual. Cuenta con gran diversidad de patrones de movimiento: trabajo de suelo, grandes desplazamientos, movimiento orgánico, etc. Es un estilo que se adapta y a todo tipo de músicas.
¡Descubre nuestra plataforma para aprender a bailar danza contemporánea!
Estilos de danza contemporánea más utilizados
Música electrónica:
Es el estilo más utilizado. Una base rítmica continuada nos permite que el fraseo coreográfico dialogue con el fraseo musical. Además del ritmo, la música electrónica aporta un ambiente especial. Así mismo también nos ayudará con la expresividad emocional de la coreografía. Dependiendo de la velocidad, también nos empuja a elevar la energía por lo que este tipo de música se usa tanto en coreografías como en clases de danza contemporánea. Alguno de los ejemplos más utilizados son: Trentemoeller, Apparat, Gidge o Depeche Mode.
Percusión:
La regularidad del ritmo nos ayuda con la barra técnica: pliés, tendus, rond de jambe, etc. Es frecuente hacer clases con música en directo contando con agrupaciones de percusión o batería. Sin embargo, cuando esto no es posible; también se emplea música grabada; especialmente aquella de inspiración étnica. Armand Amar es un compositor francés crecido en Marruecos que nunca falta en las clases de contemporáneo. En el ámbito de la creación cada vez hay mayor interés en revisitar las diferentes músicas tradicionales desde una perspectiva contemporánea. Un gran ejemplo es la colaboración que están haciendo desde hace unos años las gallegas Mercedes Peón y Janet Novás.
Música minimalista:
Este estilo surge en la década de los 60 en Estados Unidos. La pulsación regular y la reiteración de frases melódicas nos llevan a un estado de trance y de introspección que combina a la perfección con el desarrollo emocional en una coreografías. Los compositores pioneros y más conocidos son Philip Glass, Steve Reich y Arvö Part. Cómo artistas más actuales podemos citar a Olafur Arnalds, Nils Frahm o el español Alberto Iglesias.
Paisajes sonoros:
Experimentación electroacústica, ausencia de ritmo, utilización de sonidos reales, múltiples texturas, disonancias… Todo esto son características de los paisajes sonoros, toman elementos de la música concreta de los inicios del siglo XX, la música ambient y las nuevas tecnologías. Este estilo musical propicia que la danza tenga su propia musicalidad de manera totalmente autónoma y crear a través del sonido un ambiente específico para el desarrollo dramatúrgico de la coreografía.
Y podríamos seguir, música barroca, clásica, tangos, fados e incluso música más comercial. Todos los estilos musicales combinan a la perfección con la danza contemporánea. Incluso el silencio es muy utilizado, dando importancia al “sonido del movimiento”. La respiración de los intérpretes, el roce de los pies con el suelo, el cuerpo con el aire que lo rodea…
Nuestra recomendación es probar todas las combinaciones posibles sin miedo.